Almodóvar no convence tampoco en Estados Unidos

Parece que los experimentos no le salen bien a Pedro Almodóvar y 'La Piel que Habito' ni siquiera recibirá la bendición de los críticos estadounidenses, fans confesos del director manchego. Tradicionalmente, cada cinta de Almodóvar vapuleada por crítica y público en España suele recibir el aplauso de los espectadores y expertos norteamericanos. Su nuevo trabajo se confirma como la primera excepción a la regla ya que la acogida ha sido más bien fría en el Festival de Nueva York.


Nuestro cineasta más internacional ya se encuentra en la ciudad de los rascacielos presentando 'La Piel que Habito' en compañía de sus dos protagonistas, Antonio Banderas y Elena Anaya. Ambos aseguran que Almodóvar está mucho más reconocido en EEUU que en España. "Se le admira mucho porque la gente se da cuenta de que hace cosas muy difíciles" en la industria estadounidense, decía Banderas.

Lo de ser profeta en su tierra nunca fue lo suyo. A sus desavenencias con la Academia de Cine, que en no pocas ocasiones le ha ninguneado en los Goya o le han negado la posibilidad de competir con sus películas más controvertidas en los Oscar -'La Piel que Habito' no representará a España en favor de 'Pa Negre' de Agustí Villaronga-, hay que añadir su enemistad con algunos de los críticos más influyentes del país.

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Sin embargo, esta vez parece ser que las mieles del éxito se le negarán también en Estados Unidos, donde siempre le han adorado incondicionalmente. El desembarco de 'La Piel que Habito' en el Festival de Nueva York arrancó pocos aplausos y le preceden críticas más bien agrias en la prensa especializada.

Aunque la mayoría de los expertos coinciden en que la factura de la cinta es impecable, alabando su diseño de producción, fotografía y montaje, además de aplaudir su valentía, son muchos también los que califican la película de superficial, floja, "obvia" como thriller o poco entretenida.

Ahora a Almodóvar le queda la prueba más dura: el veredicto del público estadounidense. ¿También le darán la espalda los espectadores del otro lado del charco?