La trágica historia del primer Bane del cine

Pese a que muchos solo conocerán al personaje de Bane por la última película de Christopher Nolan sobre Batman, lo cierto es que hubo alguien que dio vida a este villano de DC antes que Tom Hardy. Fue en 1997, en la colorida Batman y Robin. Bajo su estrambótica máscara se escondía Robert Swenson, un luchador americano con una trágica historia.

Swenson, también conocido como The Ultimate Solution (originariamente el apodo era The Final Solution pero lo cambió para no herir a la comunidad judía), participó sin demasiado éxito en la segunda película de Joel Schumacher sobre el Hombre Murciélago. Más que nada porque la lectura que el director hizo de un personaje como Bane no gustó a los lectores del cómic. Bane, en español Perdición, apareció por primera vez en las viñetas en enero de 1993. Es famoso por partirle la columna a Batman y por ser uno de los villanos más crueles del universo del enmascarado.

Eso no le importó a Schumacher, que convirtió a Bane en un amasijo de músculos sin cerebro producto de un experimento con la droga Venom y mercenario de Poison Ivy. A Swenson le tocó en suerte este papel que parecía más un dardo envenenado que otra cosa. El luchador metido a actor ya había hecho sus pinitos en el cine apareciendo en un par de películas. Una con Hulk Hogan y otra con Jackie Chan.

En 1997, Schumacher vio en él al Bane perfecto. Al menos, lo que él entendía por el Bane perfecto que, por otra parte, no desencajaba con el tono general de la película protagonizada por George Clooney. El trabajo de Swenson en esta segunda entrega consistió en dar golpes y hablar poco y mal. Parecía que le faltaba un hervor. Se le activaba presionando un botón amarillo que había en su pecho y para aniquilarlo solo tenían que desconectar el tubo que tenía en el cráneo. Un líquido amarillo casi fluorescente se esparcía por el suelo y él moría. Así de fácil.

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Estaba claro que con papeles así no iba a hacer mucha carrera en el cine, pero la verdadera tragedia de Swenson fue su final. Solo dos meses después del estreno de Batman moría víctima de un problema cardíaco que nunca terminó de aclararse a qué se debió. En su ficha de IMDB cuentan que entró en el hospital con un peso superior al recomendable y problemas del corazón. Unos días más tarde, falleció.

Quince años después de Batman y Robin, el cine ha recuperado el personaje de Bane y le ha devuelto algo de dignidad. Schumacher lo convirtió en un mercenario musculoso y sin cerebro mientras que Nolan le ha dotado de mucha más entidad. El Bane interpretado por Tom Hardy e ideado por el artífice de la trilogía de El Caballero Oscuro es mucho más respetuoso con el villano de los cómics de DC y puede codearse con Batman. Cierto es que este Bane sigue siendo toda una bestia pero tiene mucho más seso y entidad que el pintado por Schumacher. Por no hablar de que su atuendo es bastante menos ridículo que el que lució Swenson en 1997.