Las mejores escenas del cine de terror

A veces una película de miedo se recuerda por un simple momento, una secuencia determinada que nos hizo saltar del asiento o nos puso los pelos de punta. Unos minutos de tensión, angustia o sencillamente un susto de muerte, todo vale para que su título se quede grabado en nuestra mente. A continuación vamos a comentar las 10 escenas más terroríficas que se recuerdan y que han marcado el género. Allá vamos.

*El Exorcista (1973)

¿Cómo elegir una escena de esta película si prácticamente la totalidad de su metraje es puro terror? Vamos a intentarlo. Cuando el padre Merrin es invitado a la casa donde la dulce Regan ha sido poseída por el mismísimo diablo el sacerdote y su compañero entran silenciosos en la habitación donde la joven aguarda su intervención. Poco más hay que decir, pues la perversa sonrisa que luce la niña mientras les mira fijamente provoca cuanto menos un escalofrío en la espalda.

*La profecía (1976)

Quién iba a imaginar que un niño de aspecto tan inocente iba a ser en realidad el hijo de Satanás. Esta espeluznante criaturita estaba custodiada por un perro rabioso y una niñera que parecía sacada del mismísimo infierno. A su anterior nana la conocemos al comienzo de la película, cuando delante de la familia y un montón de niños boquiabiertos decide saltar del tejado con una soga al cuello para mostrar al crío lo mucho que le quiere. ¿Quién es el valiente que castiga sin ver la tele a Damien?

*El resplandor (1980)

Aunque la historia sufría importantes cambios respecto al relato original de Stephen King, el prestigioso Stanley Kubrick supo dotar de personalidad propia a una película con una ambientación difícil de igualar. La escena en la que Jack Torrance (un brutal Nicholson) armado con un hacha persigue a su mujer por los pasillos del hotel ya es historia del cine. Una vez su esposa se encierra en el cuarto de baño es cuando al tensión se dispara, pues el violento escritor no duda en tirar la puerta abajo utilizando su afilada herramienta. Si señor, "aquí esta Jack".

*Psicosis (1960)

En esta lista no podría faltar la atrevida película del maestro Alfred Hitchcock. Si hiciésemos una selección de los principales asesinos de la historia del cine seguro que tendríamos a Norman Bates en los primeros puestos, un perturbado con una doble personalidad que mata en su destartalado motel a todas las mujeres que tienen la desgracia de alquilar una habitación. Si la conversación con su anciana y momificada madre fue desconcertante el asesinato en la ducha de la descuidada protagonista es una de las escenas más extraordinarias que se recuerdan.

*Carrie (1976)

Otra película basada en un conocido libro del prolífico Stephen King. En esta ocasión fue Brian de Palma el que nos conmocionó con una cinta terrorífica a más no poder. Un festival sangriento, la venganza de una jovencita maltratada por sus compañeros de instituto (entre los que se encontraba un jovencito John Travolta) que no dudó en hacer uso de sus poderes sobrenaturales para hacerles sufrir. En sus instantes finales, tras su muerte y cuando creíamos que todo había acabado, la escena final en el cementerio deparaba una sorpresita que provocó que saltáramos hasta el techo.

*Alien, el octavo pasajero (1979)

Este clásico de ciencia ficción posee momentos memorables, pero ninguno con tanta fuerza como la presentación de la criatura que tantas pesadillas iba a causar a la teniente Ripley. Quien haya visto la película se acordará con todo lujo de detalles del repentino dolor estomacal del pobre Kane cuyo pecho, tras una serie de violentas convulsiones, estalla mostrando a un pequeño y desafiante monstruo. La cara de Veronica Cartwright, salpicada por la sangre de su compañero, era todo un poema.

*Tiburón (1975)

Si el anterior título los quitó las ganas de darnos un garbeo por el espacio, éste quitó las ganas de darse un chapuzón en la playa a toda una generación. Con una banda sonora inconfundible y un magnífico elenco de actores el genial Steven Spielberg sorprendió con una de las mejores 'monster movies' que se recuerdan. Aunque la cinta está repleta de instantes en los que es fácil dejar escapar eso de "¡pero nada más deprisa!" la mejor escena es sin duda esa en la que el personaje de Roy Scheider, despistado en cubierta echando carnaza para el temible escualo, presencia cómo del agua emerge una descomunal cabeza que lo saluda con una amenazante fila de dientes. Cuánta razón tenía al decir eso de "Quint, necesitamos un barco más grande".

*El proyecto de la Bruja de Blair (1999)

Uno de esos trabajos que demuestran que no es necesario un presupuesto abultado para dejar al público con la boca abierta. Extremadamente original en su concepto, el filme sigue las vivencias de un grupo de excursionistas que ruedan un documental, sumergiendo al espectador en la acción haciendo uso de la cámara subjetiva. Cuando los aterrorizados jóvenes se encuentran pasando la noche en su tienda de campaña y algo empieza a zarandearlos es cuando te das cuenta de que llevas varios minutos conteniendo la respiración.

*Los extraños (2008)

Sin lugar a dudas la propuesta más interesante del pasado año. Un filme que nos demuestra lo larga que puede llegar a ser una noche si estás aislado con tu pareja y un grupo de enmascarados llaman a tu puerta con las peores intenciones. En un determinado momento mientras el personaje interpretado por una sensacional Liv Tyler se encuentra en el salón puede apreciarse como a su espalda, en el marco de la puerta, se encuentra una estática figura que oculta su rostro con un peculiar saco. No hay música de tensión, no hay diálogo, tras unos aterradores instantes el sujeto desaparece en el pasillo. Todo un ejemplo de buen hacer tras las cámaras.

*Nosferatu (1922)

Para cerrar este top ten hemos de homenajear a la madre del resto de cintas de terror, una cinta rodada pocos años después del nacimiento del cine con una calidad excelente para la época. Un símbolo que nos dejó un plano inolvidable, el de la sombra del vampiro proyectada en una pared que contenía toda la esencia del expresionismo alemán. Un recurso brillante para dejar volar la imaginación.

Hay tantas... el género de terror es amplio y muchos de los grandes maestros han dejado su huella en él. ¿Nos hemos dejado alguna importante? Seguro que si, me vienen a la memoria cintas de tanta calidad como "La cosa" de John Carpenter, o "La invasión de los ladrones de cuerpos". Rostros como el de Mia Farrow en "La semilla del diablo" o el emblemático Pinhead de "Hellriser". Incluso apuestas más modernas como "Scream", "28 días después", "Los otros" o la estupenda "The descent". Todas ellas con grandes momentos.

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