Cannes: La favorita Winter Sleep se lleva la Palma de Oro

La 67 edición del Festival de Cannes ha dictado su veredicto y no pudo ser más correcto y variado. En esta ocasión, el jurado ha rellenado el palmarés sin elecciones arriesgadas otorgando la Palma de Oro a una de las grandes favoritas, la producción turca Winter Sleep de Nuri Bilge Ceylan.

Una película de más de tres horas de duración, que aunque a priori resulta difícil de disfrutar por la lentitud de sus diálogos y escenas (incluso para los amantes del cine arte), finalmente merece la pena. Una obra maestra que medita sobre la vida de un matrimonio que regenta un pequeño hotel en las remotas tierras de Cappadocia.

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Sophia Loren, una de las invitadas de honor de esta 67 edición, dio a conocer el Gran Premio del Jurado, o Grand Prix, otorgado a la italiana Le meraviglie de Alice Rohrwacher. Sin dudas, uno de los premios más esperados ya que desde que se anunciara el jurado mayoritariamente femenino de la Sección Oficial precedido por Jane Campion (la única mujer en la historia en haber ganado la Palma de Oro), se auguraba que una de las dos producciones dirigidas por mujeres que participaban en la sección oficial, podría cosechar un premio relevante. Y fue para Le Meraviglie, una de las rarezas del certamen sobre una familia humilde del interior italiano que sumó tantos seguidores como detractores.

El jurado dio la sorpresa más desagradable al otorgar el Gran Premio (el tercero en la categoría de películas) en ex aequo a una de las grandes favoritas, la estupenda producción de Xavier Dolan, Mommy, junto a Adieu au langage de Jean-Luc Godard, una de las cintas que peor aceptación tuvo entre la crítica. Una decisión sorprendente e inesperada que provocó abucheos en la sala de prensa del Festival.

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Una de las curiosidades del palmarés la encontramos en el premio a Mejor Director, ya que no fue a parar a las manos de ningún cineasta responsable de las películas galardonadas. Bennett Miller fue el elegido por su película Foxcatcher, una producción americana protagonizada por Steve Carell, Channing Tatum y Mark Ruffalo sobre la historia real de un millonario engreído que en los años 90 asesinó a un luchador olímpico.

Monica Bellucci fue la encargada de anunciar el premio al Mejor Actor que para Timothy Spall por su emotiva pero cruda interpretación del pintor JMW Turner en la bellísima película biográfica Mr. Turner de Mike Leigh. Cuando se preparaba para dar su discurso, el británico puso el momento más humorístico de la noche cuando al colocar su móvil sobre el taburete, recibió un mensaje de texto que generó interferencias con la señal de audio. Con las risas del público de fondo, igualmente lo cogió anunciando que tan solo se trataba de un mensaje en su contestador.

Contra todos los pronósticos que auguraban el premio a la Mejor Actriz para Marion Cotillard por su trabajo en Dos días, una noche de los hermanos Dardenne, el jurado dio la sorpresa al otorgar muy justamente el galardón a Julianne Moore por su increíble interpretación en Maps to the stars de David Cronenberg. Un trabajo maravilloso en donde la actriz llena de vida una película sin mayor trascendencia en la carrera del cineasta, interpretando a una actriz de Hollywood venida a menos, obsesiva y engreída.

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Paz Vega subió al escenario para anunciar el premio al Mejor Guion para Leviathan de Andrey Zvyagintsev, una verdadera obra maestra del cine ruso que retrata de manera maravillosa el abuso de poder y la corrupción en un pequeño pueblo costero.

En resumen, la 67 edición estuvo poblada de cine correcto y solemne con un palmarés de lo más variado que ha dejado afuera a grandes favoritas como Dos días, una noche, con la que los hermanos Dardenne esperaban hacer historia en el certamen llevándose la tercera Palma de Oro de sus carreras, o la película argentina producida por Pedro Almodóvar, Relatos Salvajes, o la franco mauritana, Timbuktu.

Una vez terminada la ceremonia de clausura, Cannes puso el broche de oro con una proyección restaurada de Por un puñado de dólares de Sergio Leone, presentada por Quentin Tarantino.

Con el final del festival, le decimos adiós al hashtag #Cannes2014 y nos marchamos con el buen sabor de boca de haber visto buen cine y presenciado un palmarés justo y correcto sin mayores sorpresas.