El lujo extremo sigue reinando en Cannes

Tras una semana cubriendo para vosotros el Festival de Cannes (y con todavía mucho trabajo por delante), he llegado a la conclusión que Cannes es una ciudad de excesos. Yates, fiestas, joyas, vestidos y hasta las prostitutas de lujo forman parte obligada del día a día de lo que se vive y se respira aquí en La Croisette.

Las estrellas del cine llegan hasta Cannes desde todas partes del mundo. Se diría que el 90% viaja en avión, ya sea privado o en primera clase, con algunos franceses que se acercan desde París en coche o limousine, pero hay una pequeña minoría que opta por una opción de lo más extravagante: anclando en el mar Mediterráneo. Sí, hay quienes se vienen y se hospedan en sus propios yates.

[Blog: El negocio de las entrevistas]

Dos de ellos son Steven Spielberg y Roberto Cavalli. Según los rumores, el Rey Midas cumple parte de sus funciones como presidente del jurado desde el Seven Seas, su lujoso yate de 86 metros de eslora, gracias a su sala privada de proyecciones. Este barco de 200 millones de dólares cuenta con todo tipo de lujosas comodidades para 12 invitados y 26 miembros de tripulación. Cuenta con un camarote principal con estudio y terraza privada, y una piscina infinita con una pared de vidrio que permite la proyección de películas para que Spielberg y sus invitados puedan disfrutar del cine mientras se dan un baño refrescante. Además, tiene su propio helipuerto, gimnasio, spa, sala de masajes y teatro de 250 metros cuadrados. Cuando el director de ‘Tiburón’ no lo utiliza lo alquila por el módico precio de 1,3 millones de dólares por semana. Aunque el yate con más movimiento es el de Roberto Cavalli, que recibe continuamente a modelos y celebridades de Hollywood. Un barco que destaca por su color rojo, que puede hospedar hasta ocho personas valorado en 30 millones de dólares.

Las fiestas son más de lo mismo. Las más lujosas y con estrellas de renombre como invitadas son las fiestas VIP más buscadas de Cannes. Todos quieren asistir a ellas pero solo unos pocos lo consiguen. Una de ellas fue la que Justin Timberlake ofreció el pasado 17 de mayo en su búsqueda desesperada por distribuidores que compren su próximo proyecto para el mercado internacional, 'Spinning Gold'. Se trata de un biopic sobre la vida del mogol de la música Neil Bogart que se ha convertido en el nuevo capricho del actor hasta el punto que es también productor. Con la intención de entretener y "convencer" a sus invitados, Timberlake ofreció una fiesta temática con música disco de finales de los 70, llegando a coger el micrófono y cantar canciones como Last Dance, Ain't No Sunshine y Love To Love You Baby de Donna Summer.

[Galería: Los grandes ridículos de Cannes 2013]

Siguiendo con las fiestas; existen algunas para las que no hace falta ser un rico y famoso para acceder a ellas. Con comprar la entrada es suficiente. Pero debéis estar preparados para vaciaros los bolsillos. Por ejemplo, para la fiesta de 'El gran Gatsby', algunas agencias que gestionan las entradas a eventos de lujo pedían 1.400€ mientras que la fiesta privada de la joyería Chopard (si, la del robo) eran 4.500€ al igual que la del magnate del diamante, De Grisogono; mientras que la gala anual de amfAR para la lucha contra el Sida iba de los 8.000€ a los 10.000€.

[Blog: Una película acusada de plagio]

Y mientras en España nos quejamos por el precio de las entradas a los cines; aquí en Cannes se llegó a pedir hasta 3.300€ por un buen asiento en la proyección oficial de la nueva película de los hermanos Coen, 'Inside Llewyn Davis' o la de Sofia Coppola, 'The bling ring', y hasta 4.400€ por un sitio en el estreno de 'Behind the Candelabra', ¡una película que se estrena en televisión en Estados Unidos el 26 de mayo!

[Video: Michael Douglas se emociona públicamente al recordar su cáncer]

Finalmente, para cerrar el blog sobre las excentricidades de este lugar, debo hablaros de un artículo muy revelador de The Hollywood Reporter sobre el negocio de las prostitutas en Cannes. Y es que según la revista, el precio por noche ronda los 4.000€ mientras que las prostitutas de lujo más guapas contratadas por los árabes adinerados llegan a cobrar 40.000€ por una sola noche. Según fuentes hoteleras consultadas por la revista, los hoteles de cinco estrellas ven entrar y salir de sus puertas entre 100 y 200 prostitutas al día. Haced los cálculos. Todo un negocio en Cannes, y uno de los más longevos en este lugar durante estas fechas. "Son las que están bien vestidas y no fuman" tuitéo el fallecido crítico Roger Ebert en 2010.

¿Cómo se os queda el cuerpo?

Relacionado: La alfombra roja de Cannes