El negocio de las entrevistas en Cannes

Uno pensaría que de cara a promocionar sus películas durante el Festival de Cannes, las productoras darían a la prensa acceso a entrevistas personalizadas con sus protagonistas sin ningún problema. En definitiva se presentan películas, que aunque buenas, están enfocadas a un público que no podría calificarse de palomitero. Es decir que, de cara a rentabilizar sus inversiones, deben promocionar el producto. Puro marketing. Pero en Cannes es otro cantar.

Aquí todo es negocio. Ocurre todos los años y, a pesar de la crisis, esta 66 edición no es la excepción. A la hora de pedir entrevistas para la nueva película de Sofia Coppola, The bling ring, que cuenta con Emma Watson como reclamo de taquilla me encontré con la sorpresa que la productora de la cinta pedía una gran cantidad de dinero a las distribuidoras que habían adquirido los derechos del filme. España incluida. Oficialmente no se ha dado a conocer el precio de una entrevista con Emma o Sofia pero después de consultar a colegas periodistas de diferentes países que vivieron la misma situación, surgió el rumor que superaba los 2.500 euros. Una cifra que ha llevado a que las distribuidoras de varios países en crisis tuvieran que quedarse sin acceso a la campaña promocional en Cannes.

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Además del dinero que las distribuidoras pequeñas deben desembolsar para acceder a la promoción de las películas que distribuirán en el futuro, Emma Watson ha sido todavía más estricta. Al parecer, la actriz de 23 años rechazó medios online y todos aquellos que tuvieran un enfoque de “entretenimiento” optando solamente por medios puramente “culturales” y “serios”. The bling ring fue recibida con criticas variadas sin causar una gran impresión ya que Sofia Coppola no profundiza en la historia quedándose en un producto más comercial y juvenil que sus películas anteriores. Pero Emma quiere ser una actriz seria y en Cannes ha dejado claro el rumbo que le gustaría seguir.

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Además de Emma Watson, se esperan muchas otras estrellas en la Costa Azul. Los rumores que me siguen llegando (que son solo rumores, no hay nada confirmado de manera oficial), y en este caso a partir de comentarios de medios rusos, muchos de ellos tuvieron que quedarse sin entrevistas de la nueva película de Ryan Gosling, Only God forgives, porque me cuentan que pedían a la distribuidora local unos 3.000 euros para poder tener entrevistas. Y es que no nos olvidemos que Ryan está de moda.

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Pero, aunque nadie ha podido confirmarme los números, otro rumor que circula por los pasillos del Palacio de Festivales es que los más caros, los que más piden para conceder entrevistas, son nada más y nada menos que los hermanos Coen y el reparto de su película, Inside Llewyn Davis, con Justin Timberlake a la cabeza. Y es que los directores regresan a Cannes seis años después de arrasar con la crítica con No es país para viejos y lo hacen como los grandes favoritos a la Palma de Oro.

Un negocio que puede resultar injusto para gran parte de la industria que se dedica a distribuir películas pero que luego, tiene acceso limitado o ninguno a la promoción de las mismas cintas que tendrán que vender al público en taquilla.